el hotel es super auténtico y está en un lugar muy tranquilo rodeado de naturaleza, lo que lo hace perfecto para relajarse. los monjes son super amables y hasta hablan buen inglés, así q no hay problema. nuestra habitación era más grande de lo q pensábamos y la decoración tradicional le da un toke especial. el desayuno y la comida estaban deliciosos y muy bien presentados, ideal para compartir con otros huéspedes. participar en los rezos matutinos fue una experiencia espiritual única.

lo único malo es q las habitaciones están en otro lugar y se nota un poco de humedad, lo q puede incomodar un poco.

Los rezos matutinos son una experiencia única, muy impactante y espiritual. Las vistas desde las habitaciones pueden ser espectaculares si te toca un buen lugar con un jardín japonés.

Las habitaciones no están dentro del templo, sino en un edificio anexo que deja mucho que desear. Al ser un lugar con poca climatización, nos encontramos con un ambiente muy húmedo y frío, lo que hizo difícil descansar. Además, el baño compartido carece de intimidad y las horas de uso son limitadas.

recomendaría este lugar for una parada rápida

Alojamiento auténtico, ubicación conveniente, disfrutamos de la experiencia genuina. Las habitaciones son espaciosas y cuentan con aire acondicionado, un detalle esencial para nuestra comodidad, y el hotel proporciona WIFI gratuito, lo que nos permitió estar conectados mientras explorábamos el área.

No tengo absolutamente nada que criticar

la única pega fue que el desayuno a veces estaba frío (necesitan mejorar eso). pero el entorno es increíble, y la ceremonia matutina resulta muy espiritual. la comida estaba deliciosa, y la habitación era más espaciosa de lo que esperábamos! !